
Carpe en pleno otoño madrileño
TRABAJOS
Plantas
en su mejor momento: Florecen
las alegrías, begoñas, brezos, aster, dahlias. En los
madroños coincide la floración con la espectacular madurez
de los frutos. Pyracanthas, cotoneasteres y majuelos también
se encuetran cargados de futos. Se vuelven impresionantes las hojas
de arces, tilos, liquidambares, moreras, abedules, etc. Los parthenocissus
encienden de color vallas, pérgolas y paredes.
Plantación: Algunos
tipos de rosales. Las especies que
florecen al final del invierno y en primavera. Colocaremos en macetas
las destinadas al transplante. Se pueden empezar a plantar los ejemplares
a raiz desnuda, desde el otoño a comienzos de primavera. Si son
caducifolios esperaremos a que pierdan la hoja, lo que indicará
que han comenzado el periodo de descanso. Las anuales resistentes se
colocan en su lugar definitivo. También es buena época
para los transplantes. Ahora recogeremos las semillas que se plantarán
después.
División: Las perennes en general se dividen sin problemas ya que su crecimiento
se detiene. Se pueden tomar esquejes. También
podemos llevar a cabo injertos y acodos. Dividimos las plantas con rizomas,
como los lirios, para después replantarlos. Sus hojas se cortan
a la mitad para que no pierdan humedad.
Poda: Eliminamos los tallos muertos o molestos de las herbáceas perennes.
Los setos se van recortando con menos frecuencia. Podas de saneamiento
en árboles y arbustos, cuando comiencen el periodo vegetativo.
El
Riego: Las temperaturas son más
frescas y las necesidades de agua menores. Los riegos se van espaciando
y se hacen en las horas centrales del dia. Al final del otoño
se suspenden por completo. El circuito se vacía. Se desmontan
y guardaran los aspersores y difusores que estén muy expuestos
para prevenir el daño de las heladas, que pueden llegar a rajarlos.
Abonado: De las macetas que aún tengan plantas con flor y más tarde
de todo el jardín en general.
Protección: Comienzan a protegerse las plantas delicadas. Las que van en macetas
se llevan a sitios reguardados o al interior.

Limpieza: Recoger con frecuencia las hojas caidas, así como las flores
marchitas. Las herramientas que no se vayan a usar en mucho tiempo se
repasan y se guardan.
Plagas: Todavía
es tiempo de sufrir algún ataque de pulgones o la aparición
del mildiu en los rosales.
Suelo: Se
debe cavar, airear o escarificar todo el terreno. Los macizos, arriates
y borduras, se recomponen y escardan, eliminando las malas hierbas,
añadiendo después estiercol, compost o algún abono
fosfatado. Conviene cavar las zonas
que se queden vacías y que se vayan a plantar más adelante.
El
Cesped: A pincipios del otoño se puede sembrar el cesped. El suelo está
más caliente que en primavera y las semillas germinan y crecen
rápidamente.También se pueden reparar las zonas dañadas,
resembrando o a base de tepes. Buen momento para escarificar, es decir,
ahuecar el suelo y levantar la materia muerta. Conviene airearlo para
que entre el aire y circule mejor el agua. Después de escarificar
abonar con turba o un fertilizante de acción lenta. Los cortes
se hacen menos frecuentes hata que mediada la estación, cuando
refresca, se deja de segar. Se irán recogiendo con el escobón
metálico las hojas caídas. La segadora se puede limpiar
a fondo y guardar en un lugar portegido.
Bulbos: Los que florecieron en verano se sacan y se guardan en sitio fresco,
seco y protegido, envueltos el papel de periódico, turba o arena.
Los Crocus y los Narcisos que se han tenido fuera del suelo se replantan
ahora. Los bulbos de floración primaveral se plantan en suelo
bien drenado y rico, pero con la materia bien descompuesta. Narcisos
y tulipanes enanos, crocus, jacintos, escillas, que también florecen
en primavera y que vayan en macetas, se pueden colocar ya.
Geranios: Hacia
finales se ponen a resguardo para protegerlos de las heladas.
Dalias: Se
eliminan las partes verdes. Sus tubérculos se sacan y se guardan
como los bulbos.

El
Estanque: Eliminamos las partes marchitas
y secas de las plantas. Las plantas marginales se pueden cortar y dividir.
Limpiad las hojas que caigan al agua. Si es necesario se puede colocar
una malla como protección, aunque no es muy estético.
Se sigue alimentando a los peces para que se fortalezcan de cara al
invierno. Las bombas de agua se sacan, limpian y guardan.