El tajinaste habita en tierra de volcanes, sobre la lava petrificada donde la vida apenas a comenzado a afianzarse después de siglos. Aquí, además de un terreno nada acogedor, se dan unas condiciones ambientales extremas de altitud, sequedad y temperatura. No son muchas las especies de plantas y animales que consiguen adaptarse y sobrevivir en este entorno salvaje. El tajinaste es una de ellas. Con su porte insólito y elegante, se levanta del suelo donde tan pocos se atreven, convirtiéndose es una de las tantas especies endémicas y también emblemáticas de las islas Canarias.
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