Podemos encontrar la valeriana en un paseo por el bosque, al borde de los arroyos, en los terraplenes o entre las hierbas altas de las praderas. También la veremos cultivada en algunos jardines, ya que es una planta vivaz bastante atractiva. Pero donde no va a faltar la valeriana es en las estanterías de cualquier herbolario, pues se trata de uno de los mejores remedios naturales contra los nervios, el estrés y otras lindezas que tanto abundan en nuestra vida moderna.
La valeriana se viene utilizando desde el siglo XVIII por sus efectos calmantes. De ella se aprovecha la raíz, que contiene una buena cantidad de compuestos útiles, como los terpenos, valeprotiatos, iridoides y algún que otro alcaloide. Estos aceites esenciales le dan ese olor típico e inconfundible que vuelve locos a los gatos.