En: Chinese wisteria
Espectacular cascada de flores de la glicinia al principio de la primavera
La glicinia es una planta trepadora de hojas caducas, pinnadas. Rústica, de rápido crecimiento y vida larga. Flores azules, rosas o blancas, olorosas. Nacen en primavera, en las ramas maduras, antes de que salgan las hojas, en ramilletes colgantes de unos 20 cm. Las yemas de crecimiento son estrechas y afiladas, las de flor son más redondas.
A veces tardan varios años en comenzar a dar flores.
Cultivo: Necesita una cuidadosa plantación y poda para que se de con exito y florezca bien. Añadir todos los años abono orgánico para que crezca adecuadamente. La abundancia de nitrógeno en el terreno favorece la producción de hojas frente a la de flores.
Situación: A pleno sol. Aunque es resistente y aguanta las heladas, en lugar resguardado dará mejor floración. Cualquier suelo, pero conviene enriquecerlo antes de plantar.
Formación: Sus tallos llegan a formar una estructura leñosa de mucho vigor que tarda unos tres años en consolidarse. Muy decorativa para cubrir paredes (en espaldera), pérgolas, vallas, arcos, etc. También como arbolito, en una gran maceta.
Glicinia floreciendo sobre una pérgola
Flores de la glicinia
Poda: Se poda para controlar el crecimiento y propiciar la floración. En julio se cortan los tallos secundarios anuales, manteniéndolos en unos 15 ó 20 cm. En el invierno se vuelven a cortar dejando sólo 2 ó 3 yemas. Florecerán al año siguiente. Debe manternerse bajo control para que no haga peligrar las estructuras. Si es necesario se renueva por etapas, a lo largo de varios temporadas. Si la poda es muy fuerte no dará flores hasta pasados algunos años.
Problemas: Puede crecer exageradamete y ser un problema para tejas, canalones y las propias estructuras en que se apoya.
Floración desbordante de la glicinia sobre pérgola, cables y árboles
Hojas compuestas, imparipinnadas con 11 foliolos, en una ramilla joven de glicinia