Ramilla llena de flores de esta planta rosácea, el endrino
El fruto es esférico, de hasta 2 cm., de color negro azulado cuando madura en otoño. El fruto, llamando endrina, tiene gusto áspero y amargo y con él se produce vino, confituras, mermeladas y también algunos licores como el pacharán. Tanto las flores como los frutos y hojas tienen aplicaciones terapéuticas.
Originario: de Europa.
Variedades:
Prunus spinosa “plena”, tiene las flores blancas y dobles.
Prunus spinosa “purpurea”, también con las flores blancas, algo más pequeñas, y las hojas rojizas.
Detalle de las flores del endrino
Situación: al sol. En suelos profundo y frescos, más bien pobres, con un buen drenaje y algo calcáreos.
Cultivo: como ejemplar aislado y también alineado en setos: retoña fácilmente desde la base y enseguida forma setos espesos e impenetrables.
Poda: cuando acaba el verano se puede recortar para mantener la forma y también eliminar la vegetación dañada o que moleste. Si se quiere formar como arbolito se deben cortar los chupones que acostumbra a emitir desde la base para que no acabe enmarañándose.
Problemas: la corteza contiene ácido prúsico y puede resultar tóxica. También hay que tener cuidado con las semillas, retirándolas o evitando machacarlas al elaborar dulces y licores. Ojo con excederse con el pacharán.
Endrinas o frutos en sazón del endrino, de los que se obtienen licores como el pacharán
Más frutos, bastante más maduros
En endrino tiene las hojas simples, ovaladas, acabadas en punta, con el borde finamente aserrado
Arbusto salvaje de endrino el el bosque de la Herrería, en San Lorenzo del Escorial, Madrid