Las azucenas son plantas bulbosas, perennes, que pertenecen a la familia
de las Liliáceas (Liliaceae). Crecen desde bulbos, otras tienen estolones
y rizomas. El tallo es erguido, puede medir alrededor de 1 m. de alto,
al final del cual salen las flores, grandes y muy vistosas. Las hojas son
alternas, estrechas, con nervios longitudinales y se reparten a lo largo
de tallo. Las flores nacen entre la primavera y el otoño. Varían desde
los pocos centímetros hasta casi los 30.
Las flores pueden tener forma de trompeta, cuenco, campana o los pétalos
curvados, y ser de todos los colores, excepto azul. Algunas también son
muy aromáticas. La azucena simboliza la pureza y la castidad y con ella
se adornan las imágenes de la Virgen. El nombre viene del árabe andalusí.
Las grandes y hermosas flores de la azucena
Especies y variedades: De las especies antiguas se han conseguido cientos de híbridos, con
diferentes colores y una gran variedad de formas y tamaños.
Lilium candidum, una de las especies originales, llamada “azucena
de la Virgen”. Tiene flores grandes en forma de trompeta, de color blanco,
muy aromáticas. De ellas se extrae aceite para perfumería. Se planta en
otoño a unos 5 cm. del suelo.
Lilium auratum, otra de las especies originales. Flores olorosas
de color blanco con manchas ocres y líneas amarillas, pétalos estrechos
curvados hacia fuera.
Lilium pumilum, de poco más de 30 cm. Flores de color carmesí.
Ideal para el jardín de rocas.
Lilium henryi, variedad enorme que alcanza los 2,5 m. Flores
aromáticas, amarillas moteadas de rojo.
Lilium “Bellingham Hybrids”, híbridos de hasta 2 m. que prefieren
la sombra. Enraízan mediante rizomas. Las flores, de pétalos estrechos
y curvados, pueden ser de distintos colores, siempre con salpicaduras de
otro color.
Lilium “Olimpic Hybrids”, híbridos de 1,7 m. de alto. Los tallos
pueden enraizar. Flores con forma de trompeta de varios colores, de más
de 10 cm. y olorosas.
Una azucena en plena floración dando color al patio
A lo largo del tallo crecen las hojas, estrechas y alternas, con los característicos
nervios a lo largo
Originaria: de las zonas templadas de Europa, Asia. Algunas
pocas son de Norteamérica.
Situación: al sol o con algo de sombra en climas muy calurosos.
Algunas azucenas prefieren tener las hojas al sol y la tierra sombreada.
Hay variedades que aborrecen la cal y otras que prefieren; la mayoría,
sobre todo los híbridos, están bien en cualquier tipo de suelo, con materia
orgánica bien descompuesta y siempre bien drenado. Resistencia moderada
al frío, si es muy intenso se protegen con un acolchado.
Cultivo: las azucenas son muy apreciadas en el jardín. Las
variedades antiguas son problemáticas, peor los híbridos actuales son fáciles
de cultivar, además de vistosos y resistentes a plagas y enfermedades.
Aún así, necesitan bastante atención. Se plantan en grupos, con distintas
variedades para que la floración sea escalonada desde la primavera al otoño.
Las variedades más altas necesitan estacarse. El agua nunca debe faltar
en el tiempo seco, ni tampoco encharcarse en su base. Para mejorar el drenaje
podemos añadir arena al terreno. Es una planta magnífica para flor cortada.
Poda: las vainas de las semillas se eliminan para que la
planta concentre la energía en el bulbo de cara a la próxima temporada.
El tallo y las hojas se dejan hasta que se sequen en invierno, cortándolas
entonces por la base.
Multiplicación: plantadas desde semillas las azucenas tardan
años en florecer. Lo mejor es cultivarlas a partir de bulbos sanos que
se plantan nada más comprarlos, en otoño e invierno. También se pueden
reproducir separando las matas, durante el otoño.
Problemas: los híbridos actuales son más resistentes que
las especies originales. Aún así, las babosas y caracoles pueden acabar
con los brotes tiernos. Pulgones, botritis y ciertos virus también suelen
ensañarse con las azucenas.
Detalle de los estambres cargados de polen de la azucena